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Además, debido a la pandemia del nuevo coronavirus COVID-19, esta puede ser una excelente alternativa para muchas salas de cine que, debido a sus reducidas dimensiones, no serían rentables en caso de tener que aplicar una reducción del aforo. Gracias al cine al aire libre, es posible colocar los asientos respetando la distancia de seguridad establecida por las autoridades y, dependiendo del espacio de exhibición, sin tener que recortar el número máximo de asistentes respecto a la capacidad de la sala cerrada. De ahí que las pantallas LED sean un aliado perfecto en esta nueva etapa.
¿CÓMO HAN EVOLUCIONADO LOS CINES AL AIRE LIBRE?
Aunque este tipo de proyecciones tiene una gran aceptación y siguen estando de moda, lo cierto es que los cines al aire libre no es algo nuevo, sino que llevan más de un siglo con nosotros. De hecho, esta forma de entretenimiento surgió hacia 1916 en Berlín, Alemania. Poco después, en la década de los años veinte, muchos teatros al aire libre ubicados en azoteas se habilitaron para la proyección de películas. Por ejemplo, el ya desaparecido Loew’s State Theatre, situado en Times Square.
Este modelo no solo se ha reforzado desde entonces, sino que también ha ido ganando protagonismo y prestigio con el paso de los años, al igual que el séptimo arte. Sin ir más lejos, algunos estrenos mundiales de Hollywood se han proyecto en cines al aire libre, contando a veces con la asistencia de sus estrellas.
A medida que los precios de los proyectores fueron disminuyendo, los cines al aire libre se volvieron cada vez más comunes. Esto se debe a que precisan de un presupuesto muy reducido. Además, no es necesario que los organizadores cuenten con conocimientos técnicos avanzados, sobre todo si se emplean pantallas LED para cine al aire libre. Por otro lado, la infraestructura suele ser sencilla, ya que los cines al aire libre a menudo deben instalarse y desmantelarse por completo en una sola noche.
También hay que destacar la gran cantidad de espacios en las que se pueden llevar a cabo los pases. En efecto, se pueden colocar pantallas de exterior en calles, plazas, parques, jardines, canchas o pistas deportivas, patios, centros cívicos, aparcamientos (una fórmula válida para los autocines, también llamados autocinema, cine drive-in o cine-car)… A esto se suma las terrazas de algunos edificios y, en países donde el clima es frío, como Finlandia o Canadá, las proyecciones de películas en la nieve. Incluso, algunas empresas e instituciones brindan la posibilidad de ver películas en pantalla grande y dentro del agua, como ocurrió en Valencia en agosto de 2019 con la proyección de Tiburón.
Su simplicidad explica la gran cantidad de ciclos de cine al aire libre que hay en la actualidad. Entre ellos, destacan eventos como el Screen on the Green, que se celebra anualmente en el Piedmont Park de Atlanta, Estados Unidos, o el Sunset Cinema de Melbourne, en Australia. En España, hay iniciativas de tipo cultural como Fescinal, el principal festival de cine de verano en Madrid, o el Cinema a la Fresca de la Sala Montjuïc, que tiene lugar todos los veranos en Barcelona, en la explanada de su castillo. A su vez, tanto la capital catalana como otras ciudades costeras de la provincia también organizan pases de cine en la playa de junio a agosto. ¿Por qué no sumarte a ellas?
¿QUÉ SE NECESITA PARA ORGANIZAR PASES EN CINES AL AIRE LIBRE?
Poner en marcha pases de cine al aire libre con pantallas LED —mucho más cómodas que los proyectores de toda la vida— es extremadamente sencillo. Para ello, basta con una pantalla LED portátil y un buen sistema de sonido, a base de altavoces o amplificadores de gran potencia. Los espectadores generalmente se sientan en sillas de camping, mantas o toallas, si bien los organizadores también pueden proporcionar sillas de madera plegables o similares. La energía eléctrica se obtiene mediante generadores, o bien utilizando una toma de corriente conectada al edificio más cercano.
Eso sí: a la hora de elegir una pantalla LED para cine al aire libre, hay que tener en cuenta aspectos como el espacio disponible o la distancia que habrá entre esta y el público. Todo ello sin obviar otro aspecto fundamental: la necesidad de optar por pantallas LED de exterior. Dado que se van a colocar a la intemperie, es necesario que dispongan de protección antivandálica y que sean resistentes a los agentes atmosféricos, como la exposición directa y prolongada a la luz solar o la lluvia, así como a los cambios de temperatura bruscos. En este sentido, no hay que pasar por alto que, en muchas localidades, sobre todo de interior, hay una gran oscilación térmica en el mismo día, hasta el punto de que por las noches puede hacer frío aun siendo verano.
Las pantallas gigantes de LED también destacan por ser ligeras, a la vez que resistentes, por lo que pueden trasladarse sin problemas de un sitio a otro, algo especialmente necesario cuando se trata de pases de cine temporales o puntuales. También son muy fáciles de montar y desmontar, por lo que esta tarea la pueden llevar a cabo entre dos personas sin conocimientos técnicos previos. Todo ello sin olvidar los beneficios que esta actividad puede reportarnos, no solo económicos —en el caso del cine de verano de pago—, sino también por lo que respecta a la reputación corporativa de nuestra entidad o negocio. Recuerda también que la emisión de publicidad antes del inicio de la película o cortometraje puede ayudar a rentabilizar la inversión, por pequeña que esta sea.